Una endoscopía permite detectar y prevenir un cáncer, además de diagnosticar enfermedades y averiguar los motivos de un dolor estomacal, vómitos y pérdida de peso inexplicable.
Durante una endoscopía, el médico inserta una herramienta denominada endoscopio en el cuerpo de una persona. La mayoría de los endoscopios son tubos delgados con una potente fuente de luz y una cámara miniatura en el extremo.
Hay varios tipos de endoscopios. La extensión y la flexibilidad del endoscopio dependen de la parte del cuerpo que el médico necesite ver.
A muchas personas en Santiago les solicitan una endoscopía cuando comienzan a aparecer molestias que no logran explicarse con otros exámenes. No es casualidad: este procedimiento permite mirar, con una claridad sorprendente, zonas del aparato digestivo que suelen pasar inadvertidas. La endoscopía es una herramienta decisiva cuando se necesita observar directamente estructuras internas y descartar patologías complejas. Entre los motivos más habituales por los que un médico la indica aparecen situaciones que se repiten a diario en la práctica clínica.
Uno de los motivos más comunes es el dolor estomacal persistente, ese malestar que aparece sin previo aviso y que no siempre responde a tratamientos básicos. La endoscopía ayuda a determinar si se trata de una úlcera, una gastritis más profunda o alguna otra alteración que amerite una intervención específica.
Otra causa frecuente es la disfagia, esa molestia al tragar alimentos o líquidos. En esos casos, el examen permite verificar si existe un estrechamiento, una lesión o una masa que explique el síntoma.
También se utiliza cuando una persona presenta vómitos recurrentes sin causa clara. Observar el esófago, el estómago y el duodeno con la precisión que ofrece este procedimiento permite detectar tumores, inflamaciones o lesiones ocultas.
La pérdida de peso inexplicada es otra señal de alerta que suele conducir a este estudio, ya que permite descartar enfermedades de mayor severidad, incluido el cáncer gástrico.
Y, por supuesto, están quienes sufren problemas gástricos crónicos, donde contar con imágenes directas facilita orientar un tratamiento correcto.
En distintos exámenes de endoscopía puede aparecer la descripción de una estenosis, un término técnico que hace referencia a un estrechamiento anormal que afecta el paso normal de alimentos o secreciones. Identificarla a tiempo permite orientar terapias menos invasivas y evitar complicaciones.
Aunque muchas personas asocian la palabra “endoscopía” solo al estómago, la verdad es que esta técnica tiene usos mucho más amplios. En la práctica médica actual se ha convertido en un recurso versátil que permite observar órganos y tejidos sin necesidad de cirugías tradicionales.
En traumatología se utiliza para examinar articulaciones como rodilla u hombro, permitiendo detectar desgarros, inflamaciones y signos tempranos de enfermedades degenerativas.
En medicina respiratoria, la endoscopía permite revisar de forma directa la tráquea y los bronquios, un paso clave ante tos persistente, sangrado o sospecha de lesiones pulmonares.
En el estudio del colon y del intestino grueso es prácticamente irremplazable, ya que ayuda a identificar pólipos, cáncer colorrectal, inflamaciones o daños estructurales que otras técnicas no evidencian con claridad.
A nivel abdominal permite observar órganos como el hígado, la vesícula o el páncreas, lo que facilita diagnosticar alteraciones que suelen presentarse de forma silenciosa.
En ginecología también es fundamental para evaluar útero, ovarios y trompas de Falopio, permitiendo detectar quistes, fibromas, endometriosis u otras afecciones que requieren un diagnóstico precoz.
En algunos informes médicos también puede mencionarse la palabra morfología, utilizada para describir la forma y estructura de los tejidos observados. Aunque es un término técnico, su análisis es clave para diferenciar lesiones benignas de alteraciones más complejas.
Como puede apreciarse, la endoscopía no es un examen aislado, sino un método que abre una ventana directa al interior del cuerpo. Esa capacidad de mostrar lo que normalmente permanece oculto la convierte en un apoyo esencial para comprender síntomas, confirmar diagnósticos y definir tratamientos con exactitud.
Comprender el propósito de este estudio ayuda a disminuir la incertidumbre del paciente y a tomar decisiones informadas junto al médico tratante.
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